La Ciencia mide el Campo Energético
Humano
Por Dr. James L.
Oschman y Nora Oschman
La noción de energía es un tema que forma parte de
varios sistemas de cuidado complementario, incluyendo el Reiki. Por
razones históricas y emocionales, hay dos palabras-clave que no se
pueden mencionar en la sociedad de investigaciones académicas: "energía"
y "toque". Por lo tanto, no es sorprendente que el Reiki haya sido
desdeñado por los investigadores de la ciencia biomédica. Esta situación está cambiando rápidamente gracias a las
investigaciones hechas en todo el mundo. La historia de como el concepto de "energía de curación"
pasó de la fase inicial de sospecha y ridículo a la respetabilidad, es
una de las más fascinantes y significantes que se pueden contar. Igual que en muchos otros campos de la investigación, lo
que era absolutamente cierto hace 20 años, ha cambiado drásticamente.
Por ejemplo, en el transcurso de unas décadas, los científicos pasaron
de la convicción de que no hubiera algo que se pudiera llamar un campo
energético alrededor del cuerpo humano, a la convicción de que este
campo existe. Además, comprendemos cada vez más el papel de estos campos
energéticos en cuanto a la salud y a la enfermedad. La mayoría de la
gente no es consciente todavía de estas investigaciones y persisten en
su actitud de que no hay una base lógica para la curación energética.
El motivo principal por el cual la actitud empezó
a cambiar, es el desarrollo de instrumentos muy sensitivos, capaces de
medir la energía sutil alrededor del cuerpo humano. Una importancia
especial tiene el magnetómetro SQUID, que es capaz de detectar campos
biomagnéticos minúsculos asociados a actividades fisiológicas en el
cuerpo. Se trata del mismo campo de energía que personas sensitivas han
descrito desde hace milenios, pero que los científicos han ignorado
porque no había medios para medirlo objetivamente.
Para resumir los descubrimientos hechos hasta el
momento, los editores de un nuevo periódico internacional han pedido una revisión del concepto de la "energía de curación". A
pesar del hecho de que nosotros venimos estudiando este tema desde hace
unos 15 años, la preparación de una revisión completa nos llevo a un
profundo examen del asunto, llegando a algunas conclusiones
sorprendentes.
Habitualmente, los descubrimientos-clave no son hechos
por científicos que estudian las diferentes técnicas como el Reiki, el
TT (Toque Terapéutico) o el HT (Healing Touch).
Lo que ocurre es que científicos tradicionales, con la
lógica habitual y utilizando métodos científicos, empiezan a clarificar
el papel de las diferentes energías en el proceso de curación. Por lo
tanto, sus conclusiones tienen la misma base científica que la de la
medicina clínica moderna. Para más detalles, ver los artículos que hemos
publicado sobre el tema.
El Campo
Energético Humano
Desde hace tiempo se sabe que las células y los tejidos
generan un campo eléctrico que se puede medir en la superficie de la
piel. Pero, las leyes de la física afirman que cualquier corriente
eléctrica genera un campo magnético correspondiente en el espacio. Dado
el hecho que estos campos magnéticos son demasiado pequeños para ser
detectados, los científicos asumieron que dichos campos no podían tener
una importancia fisiológica.
Esta situación empezó a cambiar en 1963. Gerhard Baule y
Richard McFee, del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Universidad de
Siracusa, Siracusa NY, detectaron el campo biomagnético proyectado por
el corazón humano utilizando dos electroimanes de 2 millones de vueltas
de hilo cada uno, conectados a un amplificador muy sensitivo.
En 1970, David Cohen de MIT, utilizando el magnetómetro
SQUID, confirmó los resultados concernientes al corazón. En 1972, Cohen,
había mejorado la sensibilidad de su aparato, lo que le permitía medir
los campos magnéticos producidos por la actividad del cerebro, alrededor
de la cabeza.
Seguidamente, se descubrió que todos los tejidos y los
órganos producen pulsaciones magnéticas específicas, que son ahora
conocidas bajo el nombre de campos biomagnéticos. Los exámenes
tradicionales, como el electrocardiograma y electroencefalograma, se
completan ahora por exámenes biomagnéticos llamados magnétocardiograma y
magnétoencefalograma. Por distintas razones, el estudio del campo
magnético alrededor del cuerpo, da indicaciones más exactas sobre la
fisiología y la patología que el estudio del campo eléctrico.
La
patología altera el campo biomagnético
En los años ’20 y ’30, Harold Saxon Burr, eminente
investigador de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale,
sugería que se puede detectar las enfermedades en el cuerpo energético
antes de que los síntomas aparecieran. Estaba convencido también de que
se podría evitar las enfermedades alterando el campo energético.
Estos conceptos, que entonces parecían demasiado
prematuros, son hoy confirmados por los laboratorios de investigación
médica en todo el mundo. Científicos utilizan aparatos SQUID para
realizar cartas de las alteraciones del campo magnético alrededor del
cuerpo debido a las enfermedades. Otros, aplican campos magnéticos
pulsantes para estimular la curación.
Una vez más, personas sensitivas han descrito estos
fenómenos desde hace tiempo, pero no había una explicación lógica del
proceso.
La
proyección de energía por las manos de "curanderos - terapeutas"
Al principio de 1980, el Dr. John Zimmerman empezó una
serie de estudios sobre el toque terapéutico, utilizando un magnetómetro
SQUID, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, en
Denver. Zimmerman descubrió que un enorme campo biomagnético pulsante
emanaba de las manos de un practicante de toque terapéutico. La
frecuencia no era estable, sino "barría" sobre un segmento de 0,3 a 30
Hz (ciclos por segundo), con una parte importante de su actividad
alrededor de 7 – 8 Hz (Figura 2).
Las pulsaciones biomagnéticas de las manos están en la
misma frecuencia que las ondas cerebrales. Los estudios científicos de
las frecuencias necesarias para la curación indican que las ondas
cerebrales "barren" constantemente todo el segmento de frecuencias
terapéuticas, estimulando de esta manera la curación en todo el cuerpo.
La confirmación de los descubrimientos de Zimmerman
llegó en 1992 cuando Seto y sus colegas, en Japón, estudiaron a
practicantes de distintas artes marciales y de otros métodos de
curación. La emisión de "Ki" de sus manos era tan potente que se podía
medir con un simple magnetómetro que consistía en dos electroimanes de
solamente 80 000 vueltas de hilo.
Después, los estudios sobre los practicantes de Chi Kung,
se centraron en los campos sonoros, de luz y térmicos emitidos por los
"curanderos – terapeutas". Lo que es particularmente interesante es que
la frecuencia de la pulsación varía de un momento a otro.
Asimismo, los investigadores médicos que desarrollan las
terapias de campos magnéticos pulsantes, encuentran que esta misma
frecuencia es eficaz para desencadenar el proceso de "curación
espontánea" en muchas enfermedades incluso para pacientes enfermos desde
hace 40 años. Frecuencias específicas estimulan el crecimiento de
nervios, de huesos, de piel, de capilares y de ligamentos.
Los practicantes de Reiki y sus pacientes tienen a
diario experiencias de desencadenamiento de "curaciones espontáneas" y
la medicina académica, gracias a los descubrimientos científicos,
empieza ahora a aceptar esta terapia como lógica y benéfica.
En la figura 2, hemos indicado fragmentos de la señal
que corresponden a las frecuencias utilizadas por los aparatos médicos
para estimular la curación de distintos tejidos.
Diferencias individuales en la proyección de la energía y la detección.
Para poder estudiar la proyección de la energía de las
manos de terapeutas, los científicos tienen primero que aceptar la idea
de que hay diferencias enormes entre las personas. Además, la práctica
de diferentes técnicas puede aumentar aún más el efecto.
Existen explicaciones neurofisiológicas y biofísicas en
cuanto al papel de la Práctica y de la Intención.
Un hecho que no es muy conocido es que las "ondas
cerebrales" no son confinadas únicamente en el cerebro, sino que se
difunden por todo el cuerpo mediante el sistema perineural, los tejidos
que rodean los nervios. El Dr. Robert O. Becker describió justamente
como este sistema, más que cualquier otro sistema del cuerpo, se encarga
de la curación de las heridas en todo el cuerpo. El sistema nervioso
actúa como una "antena" para proyectar las pulsaciones biomagnéticas que
empiezan en el cerebro, en el thalamus. Además, las ondas que empiezan
en el cerebro como pulsaciones relativamente débiles, ganan fuerza
mientras se desplazan a lo largo de los nervios periféricos hasta las
manos. El mecanismo de esta amplificación incluye probablemente el
sistema perineural y los demás sistemas de tejidos de conexión.
Conclusión:
He mostrado en este breve resumen como ciertas
experiencias de los terapeutas energéticos tienen una base en la
biología y la física. Despreciadas durante siglos, las terapias
energéticas pueden tener su plaza en la medicina clínica. Los grandes
descubrimientos de los biólogos y de las personas sensitivas se están
integrando para darnos una comprensión más profunda de la vida, de la
enfermedad y de la curación. La ciencia no puede quitar el último
misterio a la vida, ni borrar el lado espiritual de la curación. Creemos
que la investigación sobre las terapias energéticas puede llevarnos a
una comprensión completa de la VIDA, de la ENFERMEDAD y de la CURACIÓN. Jim y Nora Oschman
Referencias :
- SQUID son
las siglas de Superconducting Quantum Interference Device.
- "Journal of Bodywork and
Mouvement Therapies", Harcourt Brace & Co. Ltd. Edinbourg
- Se puede
conseguir una lista completa de nuestros artículos a "Nature’s Own
Research Association" P.O. Box 5101, Dover, NH 03821, EEUU, tel. 603
742 3789, fax 603 742 2592,
Jim y Nora Oschman son los directores de "Nature’s
Own Research Association" en Dover, New Hampshire. Jim es uno de los
pocos científicos académicos que se ha concentrado sobre la base
científica de las distintas medicinas complementarias y alternativas.
Jim y Nora han escrito docenas de artículos sobre los mecanismos
fisiológicos y biofísicos implicados en distintas técnicas terapéuticas.
Para más informaciones sobre Jim y Nora, sus artículos y sus
actividades, consulten en Internet: www.bodywork-res.com